martes, 5 de enero de 2010
Román Nodal Jiménez
Por Daniel I. Pedreira
Al recordar a todos los cubanos que enaltecieron a la República de Cuba durante su época pre-castrista, normalmente se omiten a aquellos que permanecieron en Cuba bajo la dictadura. Muchos de estos cubanos vivieron sus últimas décadas en una Cuba dividida y oprimida. A pesar de esto, no dejaron de vivir con esperanza y dignidad. Al Sr. Román Nodal Jiménez, uno de los políticos más destacados de Cuba, le tocó vivir esta situación.
El Sr. Nodal nació en Unión de Reyes, Matanzas en 1906. Estudió el Bachillerato en Candler College en La Habana y cursó los estudios superiores en la Escuela de Técnicos Azucareros, graduándose de químico. Fue asignado delegado ante la Asociación Nacional de la Industria Azucarera y luego fue ascendido a jefe. Integró la comisión que hizo el mapa de Cuba con el análisis y la calificación de las tierras. También fue inspector de enfermedades de la caña, encargado de 16 ingenios. A los 25 años de edad fue nombrado segundo administrador de un ingenio. Fue electo consejero provincial de Matanzas, pero poco después perdió su cargo en elecciones complementarias. En 1933, al llevarse a cabo la reorganización de la compañía, fue asignado para administrar un ingenio, pero declinó el nombramiento para trasladarse a La Habana.
Allí comenzó su carrera en el servicio público al ser nombrado jefe de un departamento en la Secretaría de Obras Públicas. Siendo Presidente del Partido Conservador en la Provincia de Matanzas, en 1936, fue electo Representante a la Cámara. Fue reelecto en 1940, 1944 y 1948, esta vez por el Partido Republicano.
El Representante Nodal fue el autor del Inciso K de la Ley número 7 del 5 de abril de 1943, relacionada con los Presupuestos Nacionales. Por medio de este Inciso fueron creadas cinco mil aulas a lo largo de la isla. Fue nombrado Vicepresidente de la Cámara de Representantes y Presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuestos de dicho cuerpo legislativo. También logró ayudar a su pueblo natal de Unión de Reyes. Logró conseguir créditos para la reconstrucción del acueducto y para la compra de una ambulancia. También cooperó con la Comisión de las Fuerzas Vivas del Término Municipal de Unión de Reyes, la cual gestionó que el gobierno impidiera la demolición del Central Santo Domingo.
En 1947, el Presidente Ramón Grau San Martín lo nombró Ministro de Agricultura. Estando al mando del Ministerio, manejó la venta de la primera zafra tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Esta negociación se llevó a cabo en La Habana con el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Clinton P. Anderson, enviado por el presidente Harry S. Truman. A causa de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno cubano había reducido el precio del azúcar como contribución cubana a los Aliados. Sin embargo, al terminar la Guerra, los Estados Unidos continuaba pagando el azúcar a precios reducidos. El Presidente Grau ordenó la paralización de los embarques de azúcar a los Estados Unidos hasta que se reanudaran los pagos al costo establecido antes de la Guerra.
Durante las elecciones de 1948, el Dr. Nodal ingresó en el Partido Demócrata, el cual había formado una coalición con el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Su candidato presidencial, el Dr. Carlos Prío Socarrás, ganó esos comicios, y este lo nombró Ministro de Defensa Nacional. Durante esta época también ocupó la presidencia de la Asamblea Nacional de la Asociación Nacional de Ganaderos de Cuba.
El Ministro Nodal cesó su cargo repentinamente el 10 de marzo de 1952 tras el golpe de estado del General Fulgencio Batista. En 1956, salió electo Senador por Matanzas por el Partido Auténtico y luego fue nombrado Vicepresidente del Senado. De nuevo, cesó su cargo legislativo el 1 de enero de 1959 al caer el gobierno del General Batista e instaurarse el castrismo.
Mientras que la persecución y los fusilamientos forzaron el destierro de la mayoría de los políticos cubanos, el Dr. Nodal se quedó en Cuba. Durante dos años permaneció bajo arresto por el régimen castrista, el cual investigaba la procedencia de sus bienes. El humillante proceso solo probó su inocencia.
Vivió sus últimos años con dignidad en Cuba. Retirado de la vida política y laboral, se dedicó a criar pollos en incubadoras y a llevar a cabo modestas actividades granjeras en el patio de su casa. Tras la invasión de Playa Girón, fue detenido tras conocerse de la participación de su hijo, Rodolfo, en la Brigada de Asalto 2506. Falleció en su residencia en Miramar el 21 de enero de 1982. Tanto su estado de ánimo como su filosofía sobre la vida resuenan en sus palabras: “Ya en la senectud, con los deseos apagados, los instintos dormidos y los entusiasmos en reposo, con la voz de la conciencia, que es la que había más alto en esta edad, sin reproches ni admoniciones que quitan el sueño y traen la angustia al espíritu, vivo mis últimos días.”
Estuvo casado con Ofelia Tarafa de Cárdenas y juntos tuvieron tres hijos, Marta, Elena y Rodolfo. Este último lo recuerda como “un hombre público excepcional por el estricto cumplimiento de su palabra y su generoso espíritu de servicio. Recorría la Provincia de Matanzas con él y recuerda “como salían de los lugares más recónditos del campo personas agradecidas por su servicio a saludarlo afectuosamente (a ‘Román’ o a ‘Nodal,” como le llamaban).”
La vida del Sr. Nodal es un ejemplo de dignidad y honor ante la opresión y la tiranía. Estos valores necesitan servir de cimientos para la Cuba futura.
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