sábado, 3 de julio de 2010

De las páginas de Bohemia

Portada de la revista Bohemia del 3 de julio de 1949.

domingo, 6 de junio de 2010

Foto histórica

Los Presidentes Fulgencio Batista Zaldívar y Mario G. Menocal Deop.

domingo, 23 de mayo de 2010

Emeterio Santovenia Echaide

Por Daniel I. Pedreira

El concepto renacentista del polímata, un individuo cuya sabiduría abarca conocimientos en diversas ramas, tuvo numerosos pilares en Cuba a lo largo de su historia pre-castrista. El Dr. Emeterio S. Santovenia Echaide fue uno de los máximos exponentes de este concepto.

El Dr. Santovenia nació el 23 de mayo de 1889 en una finca en Mantua, Pinar del Río. Sus padres, el asturiano Emeterio Santovenia y la cubana Antonia Echaide, venían de origen humilde. Cursó sus estudios primarios en Pinar del Rio mientras que ayudaba a su padre con el cultivo y la elaboración del tabaco. En 1905 obtuvo un certificado de maestro de instrucción primaria y fungió como tal por un año. Se graduó de tenedor de libros en 1907, ejerciendo como tal hasta 1914. Con apenas 17 años de edad comenzó a escribir en el Diario de la Marina. Al correr 1910 y dada a relucir su vocación historiográfica, Santovenia comenzó a dar publicidad a sus ensayos.
En 1916 comenzó sus estudios secundarios en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. A la vez trabajó como cartulario en la notaría del Dr. Adriano Avendaño. Se graduó de bachiller en Letras y Ciencias en 1917. Al año siguiente comenzó la carrera de derecho, graduándose de Doctor en Derecho Civil en enero de 1920. A los cinco meses fue nombrado notario público en San Cristóbal, y en octubre de 1921 pasó a desempeñar el mismo cargo en La Habana. El 27 de diciembre de 1920 se casó con Elisa Cuétara. En 1926 ayudó al Dr. Miguel Mariano Gómez Arias en su fructuosa campaña para la alcaldía de La Habana. En 1927 Santovenia plasmó su firma junto a la de otros cubanos ilustres en un documento en contra de la propuesta de prórroga de poderes del Presidente Gerardo Machado.

En 1934 fue nombrado Secretario de la Presidencia por el Presidente Carlos Mendieta y Montefur. Desempeñó el cargo hasta junio del mismo año, fecha en la cual renunció. En 1938, fundó la revista Isla, que también dirigió, y la Editorial Trópico, destacada por publicar las Obras Completas de José Martí. El mismo año fue electo Presidente de la Asociación Cívica ABC y trabajó en la creación del ABC como partido político. En las elecciones de 1940 salió electo Senador por Pinar del Rio. Su carrera legislativa se destacó por su interés en las cuestiones culturales y económicas. Gracias a su iniciativa parlamentaria se crearon la Biblioteca Nacional José Martí y la Plaza Cívica de La Habana. El 10 de noviembre de 1941 sufrió una desgracia muy personal al fallecer su esposa, víctima de cáncer.

En marzo de 1943, el Presidente Fulgencio Batista Zaldívar nombró al Dr. Santovenia Ministro de Estado. Como Ministro, Santovenia llevó a cabo una serie de cambios importantes en el Servicio Exterior. Se encargó de acabar con los puestos botella de auxiliares y agregados honorarios del Ministerio. Para empaparse más en los asuntos mundiales y la relación de estos a Cuba, ordenó a todos los jefes de las misiones cubanas acreditadas en el extranjero que lo mantuvieran al tanto de todo lo que ocurría en sus respectivos países.

Durante este periodo el gobierno cubano comprendió que era necesario estudiar la situación nacional e internacional que pudiera surgir después del fin de la Guerra. El gobierno estableció una comisión nacional para estudiar los problemas de la posguerra. Se nombró al Primer Ministro, Dr. Ramón Zaydín y Márquez Sterling, para presidirla, con el Ministro Santovenia de Vice Presidente. Sus conclusiones fueron publicadas en dos estudios.

El 6 de diciembre de 1943 se casó con Zoila Montesinos. En un viaje privado de luna de miel, la pareja viajó a Haití. Sin embargo, al enterarse el Presidente Élie Lescot de la estancia de los recién casados en el país, los invitó al Palacio Presidencial y a otros actos oficiales.

A principios de 1944, el Ministro Santovenia renunció a su cargo para volver a postularse para Senador por Pinar del Rio en los comicios de junio de ese año. Salió electo por otro periodo de cuatro años.

Durante sus años como legislador y ministro, Santovenia ocupó altos cargos en las asociaciones culturales más prestigiosas del país. En 1942 fue designado Presidente del Consejo Director Permanente de los Archivos de la República de Cuba y electo Presidente de la Academia de la Historia de Cuba. En 1944 fue nombrado Socio de Mérito de la Sociedad Económica de Amigos del País y la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling le otorgó el título de periodista profesional. El Municipio de Mantua le otorgó el título de Hijo Eminente, y meses después el Consejo de Alcaldes de Pinar del Río lo nombró Hijo Eminente e Historiador de la Provincia de Pinar del Río.

En 1952 fue nombrado Presidente del Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (BANFAIC). A la vez fue Consejero y Vicepresidente del Banco Nacional de Cuba y participó en la dirección del Banco de Desarrollo Económico y Social (BANDES) y del Banco Cubano del Comercio Exterior. Ese mismo año colaboró junto a Ramiro Guerra Sánchez, José M. Pérez Cabrera, y Juan J. Remos Rubio en la Historia de la Nación Cubana, obra de diez tomos que narraba la historia de Cuba desde la época precolombina hasta 1950.

Fue colaborador o redactor de los grandes medios de prensa escrita cubanos, entre ellos el Diario de la Marina, El Comercio, El Triunfo, el Heraldo de Cuba, La Prensa, El Mundo, Alerta, Acción, El Fígaro, Letras, Bohemia, Carteles, Vanidades, Prensa Libre e Información, al igual que de periódicos y revistas de otros paises. Entre los libros históricos de Santovenia destacan las biografías que hizo sobre las vidas de Eloy Alfaro, Domingo Sarmiento y Abraham Lincoln. Por sus tres biografías en español, sobre este último, en 1955, el Representante George A. Dondero de Michigan habló sobre su valor histórico ante el Congreso de los Estados Unidos y destacó el hecho en el Diario de Sesiones (Congressional Record).

Tras la llegada del castrismo a Cuba, el Dr. Santovenia, junto con el Dr. Joaquín Martínez Sáenz, Presidente del Banco Nacional, fueron arrestados y trasladados a la cárcel, primero a La Cabaña y luego al Castillo del Príncipe. Por gestiones de su amigo, el ex-Presidente Carlos Prío Socarrás, Santovenia fue trasladado al Hogar Clínica San Rafael, ya que su salud había comenzado a quebrantarse. Se le celebró un juicio en Columbia y salió absuelto de los cargos que el nuevo régimen había presentado en su contra. Fidel Castro se molestó al enterarse de esta absolución, pero Santovenia ya tramitaba su asilo político en la Embajada de México. Finalmente huyó hacia México y, a los pocos meses, se mudó permanentemente a los Estados Unidos.

Radicado finalmente en la ciudad de Miami, continúa su labor periodística e historiográfica. Escribió artículos para Bohemia Libre y el Diario Las Américas. Trabajó en la Universidad de la Florida en Gainesville y, en 1965, publicó la última de sus 117 obras, Cuba y Su Historia, con la colaboración del Dr. Raúl Shelton. Su salud comenzó a quebrantarse y, el 18 de noviembre de 1968 murió a los 79 años de edad.

Zoila, su viuda, lo recuerda como un hombre muy recto, de modales muy suaves. Recuerda que él siempre estaba escribiendo, y todo lo que hacía era “por amor a su patria.” Rigoberto Montesinos, cuñado al cual Santovenia vio como un hijo, relata que “era muy meticuloso en sus estudios e investigaciones” y que era “honesto, recto, de una bondad tremenda y muy limpio en todo.”

Escritor, historiador, administrador, político, economista, maestro, notario, editor, columnista, periodista. El Dr. Emeterio Santovenia fue un verdadero polímata. Hoy en día, la vida de Santovenia hace resonar aquella frase de Martí: “ser cultos para ser libres.” En momentos en que el cubano se encuentra azotado por la tiranía y la desesperación, la vida y obra de hombres como Santovenia sirve de aliento y esperanza para la libertad y el futuro de Cuba.

Un día como hoy…

Un día como hoy, en 1859, nació el Dr. Luís Adán Galarreta, destacado médico y Representante a la Cámara.

También un día como hoy, en 1889, nació el Dr. Emeterio S. Santovenia Echaide, historiador, periodista, Secretario de la Presidencia, Senador y Ministro de Estado

jueves, 20 de mayo de 2010

El 20 de mayo y las tomas de posesión presidenciales

Durante la primera mitad de la existencia de la República de Cuba, los presidentes tomaban posesión el 20 de mayo. Esta tradición comenzó con la instauración de la Republica de Cuba el 20 de mayo de 1902. Ese mismo día tomo posesión Don Tomas Estrada Palma como el primer presidente de Cuba. Un 20 de mayo también tomaron posesión Mario G. Menocal Deop (1913), Alfredo Zayas Alfonso (1921), Gerardo Machado Morales (1925) y Miguel Mariano Gómez Arias (1936).

20 de mayo: Instauración de la República de Cuba

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 287-288 nos describe los acontecimientos del 20 de Mayo de 1902 en la Historia de Cuba:

“El 20 de mayo de 1902, a las doce horas del día, se llevó a cabo en el Palacio de la Plaza de Armas, en La Habana, la ceremonia de transmisión de poderes. Leonard Wood, gobernador militar de la Isla hasta aquel momento en representación de los Estados Unidos, leyó dos documentos: uno firmado por Theodore Roosevelt, presidente de la Unión, y otro suscrito por él, con el carácter expresado. Ambos estaban dirigidos al Presidente y al Congreso de la República de Cuba. El de Roosevelt expresó sus votos por el buen éxito del nuevo gobierno y por el mantenimiento de la amistad entre los Estados Unidos y Cuba. El de Wood, más extenso, entro en consideraciones acerca de la administración que cesaba y declaro terminados la ocupación y el gobierno de la Isla por la Unión. Estrada Palma leyó una corta exposición, dirigida a Wood, por la cual se dio por enterado oficialmente de lo dicho por Roosevelt y Wood y admitió que Isla de Pinos, como acababa de manifestar el Gobernador, quedaba bajo la jurisdicción de Cuba, a reserva d2 lo que sobre su situación jurídica definitiva acordasen los gobiernos de Washington y La Habana.
“El cambio de banderas se efectuó en los mismos momentos en que se producía en Palacio la ceremonia en que hablaron Wood y Estrada Palma. Minutos después el Presidente de la República, requerido por el del Tribunal Supremo de justicia, prometió por su honor desempeñar fielmente su cargo, cumpliendo y haciendo cumplir la constitución y las leyes del país. Estos actos, en los que no podía faltar una honda emoción, estuvieron acompañados del entusiasmo delirante de las muchedumbres que en distintos lugares de la capital de la Isla participaban de la alegría de un hecho glorioso. Las mujeres y los hombres que presenciaron la mudanza de pabellones aplaudieron y lloraron: sus vítores y lágrimas resumían los anhelos y sacrificios de varias generaciones de patriotas, de los que unos habían perecido en la demanda heroica y otros eran actores y testigos del grande acontecimiento que a todos conmovía.

“El hecho de que en los edificios públicos ondease la bandera de la estrella solitaria simbolizaba mucho más que, una transmisión de poderes: simbolizaba el advenimiento de Cuba a la soberanía internacional. Ya la Isla, desde el 20 de mayo de 1902, formaba parte del concierto de las naciones libres e independientes. Lo que esto llevaba costado llenaba las mejores páginas de la historia patria. En la mayor de las islas del Caribe se iniciaba una vida nueva: la vida vigorizada y lustrada por la soberanía internacional.”

miércoles, 19 de mayo de 2010

Un día como hoy…

Fechas memorables (fragmento)
Por el Dr. Julio Quintana Díaz


Fue el 19 de mayo de 1895, un bello amanecer en la campiña cubana. Días antes (el 5 del mismo mes precisamente) había tenido lugar la primera entrevista de los tres grandes inmortales de la Revolución que se iniciaba. En “La Mejorana” se habían unido en estrecho abrazo Martí, Gómez y Maceo y allí entre palmas y vítores de los hombres que formaban sus escoltas, muchos de los cuales, al escuchar por vez primera el encendido verbo del Maestro, rememoraron con unición religiosa la entrada de Jesús en Jerusalén, en aquel bíblico Domingo de Ramos. Allí trazaron sus planes para incrementar en breve plazo la llama redentora de la Revolución, y porque lo estimaron necesario al par que justo, iniciaron su marcha a Camagüey, visitando ante todo, el campamento de Maceo en Banabacoa a pocas leguas de distancia, y en el que dos mil aguerridos orientales aguardaban ansiosos la llegada de sus héroes. Se les hizo un recibimiento “indescriptible” (según el decir de un periodista testigo, en breve crónica) los vítores atronaron el espacio, y nuevamente allí los tres grandes hombres se abrazaron con efusión y los soldados de Maceo, escucharon a Martí como siglos antes escucharan los creyentes las máximas de Cristo: “con adoración bíblica, con fanatismo de idólatras.”

¡Bien ajenos estaban entonces, de que pocos días después, los azares de la suerte, les depararían un rudo golpe!

Gómez y Martí, emprenden el rumbo acordado hacia Camagüey, pero antes es preciso visitar a Bartolomé Masó, que con 300 hombres les aguarda; se encuentran la tarde anterior y amanecen acampados en Las Bijas, lugar situado cerca de la confluencia de los ríos Cauto y Contramaestre. Nuevamente les habla Martí, y los soldados de Masó, como antes los de Maceo, sienten algo así, como un deslumbramiento primero, y como una embriaguez luego, al escuchar la palabra del Apóstol en aquella hermosa mañana del 19 de mayo de 1895. Pocas horas después, aquella inmensa alegría, aquel fervor patriótico se convierten en tristeza y dolor profundos.

Sorprendidos por la avanzada enemiga, se interrumpe un esplendido almuerzo, con los primeros tiros de los españoles, casi dentro del mismo Campamento. Máximo Gómez, apenas si tiene tiempo de cabalgar él mismo y ordenar el ataque.

Le ordena a Martí que no se mueva del lugar en que estaba, pero este no le escucha. Hay algo superior que anula su voluntad y sus propósitos. Se une a la galopada y marcha hacia su destino. Le alcanzan las balas enemigas, y cae para siempre coronado de gloria, de “cara al Sol” como cantara en sus versos sencillos. Así ocurrió la tragedia de Dos Ríos, el primer gran desastre de la Revolución cubana del 95.
Cuba, nuestra querida Patria, atravesó en aquella época, su triste Calvario que simbolizara un día 19 de mayo para alcanzar después en un feliz día 20, su propia gloriosa redención.

Por desgracia, para ella no ha terminado aun su Calvario. En los días que hoy corren, la sangre de sus hijos se vierte a torrentes en su fértil suelo, el dolor y la miseria engendrados por el odio insano de protervos hijos, abaten el espíritu de los cubanos; pero no hay que olvidar, que estamos de frente, a un nuevo acontecer en las alternativas de la vida, y que pronto, muy pronto tal vez, serán palpables las enseñanzas del Divino Maestro: “Yo soy la resurrección y la vida.” De este nuevo acontecer que se aproxima, se alzará una Cuba próspera y feliz, y nuestra bandera gloriosa y redimida, ondeara de nuevo en nuestros campos, como en los tiempos que hoy recordamos en estas “fechas memorables.”

domingo, 16 de mayo de 2010

Evento en memoria del Dr. Rafael Díaz-Balart Gutiérrez

Ayer sábado, 15 de mayo en la Facultad de Leyes de la Universidad Internacional de la Florida se celebró un acto en conmemoración del quinto aniversario del fallecimiento del Dr. Rafael Díaz-Balart Gutiérrez. El maestro de ceremonias fue el hijo de este, el conocido periodista José Diaz-Balart. Tambien estuvieron presentes los otros tres hijos del Dr. Díaz-Balart: los Congresistas Lincoln y Mario Díaz-Balart y el abogado Rafael Díaz-Balart. Los panelistas hablaron sobre la vida y el legado del Dr. Díaz-Balart, quien ocupó altos cargos políticos en la Cuba Republicana. Nombrado Subsecretario de Gobernación y electo a la Cámara de Representantes por la Provincia de Oriente en 1954, fue nombrado líder de la mayoría en dicho cuerpo legislativo. A continuación, fotos del evento.






sábado, 8 de mayo de 2010

Un día como hoy...

Un día como hoy, en 1935, fue asesinado el Dr. Antonio Guiteras Holmes, ex Secretario de Gobernación, en el Morrillo, Matanzas.

jueves, 22 de abril de 2010

¡Histórica presentación de las “Crónicas Ejemplares” del Dr. Víctor Vega Ceballos!

Esta noche, en la Casa Bacardí de la Universidad de Miami, se llevó a cabo la presentación del libro Crónicas Ejemplares, una colección de artículos escritos por el Dr. Víctor Vega Ceballos y editados por María Vega de Febles, su hija, y Eduardo A. Febles Vega, su nieto. El Dr. Vega Ceballos ocupó los cargos de Ministro de Justicia (1940-1941), Ministro de Gobernación (1941-1942) y Representante a la Cámara (1942-1950). A continuación, fotos del acto.


lunes, 19 de abril de 2010

Nota de duelo: Adela Pace Vda. de Hernández Tellaheche

Ayer domingo, 18 de abril falleció la Sra. Adela Pace, viuda de Arturo Hernández Tellaheche, Senador por el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Nació en Camagüey en 1908 y la semana que viene hubiese cumplido 102 años de edad. Hacemos llegar nuestro mas sentido pésame a sus hijas, nietos, bisnietos y demas familiares y amigos. Que en paz descanse.

miércoles, 7 de abril de 2010

Domingo de Aldama, fundador de la Casa de Aldama.

Contribución del
Dr. Raúl Chao


En 1856, cuando comenzó a construirse el ferrocarril entre La Habana y Matanzas —una distancia de 100 millas— su promotor, Eduardo Fesser ya era conocido por haber creado en Cuba, en 1843 la primera compañía pública dedicada a compra y almacenamiento de azúcar, los Almacenes de Regla.

Esta empresa, inicialmente capitalizada con la suma de 150,000 pesos, había crecido en diez años un 1000% y tenía instalaciones en el puerto de la Habana de un volumen tal que podía almacenar la mitad del azúcar producida en Cuba en 1856. Fesser, un capitalista de origen andaluz al que se atribuye ser el primer Barón del Azúcar Cubano, había crecido tanto su negocio que necesitó expandir sus almacenes hacia Santa Catalina, una pequeña península dentro de la bahía de la Habana al sur de sus almacenes originales en Regla. Para ello necesitó recurrir a financiamiento en New York o Paris.

Sus planes eran ambiciosos: un edificio rectangular de dos plantas, de 180 metros (600 pies) de largo por 120 metros (400 pies) de ancho con un techo de zinc corrugado a la altura de 15 metros (50 pies), dentro de la cual se moverían las cajas de azúcar (200,000 cajas de alrededor de un metro cúbico de volumen, cada una conteniendo 500 libras de azúcar) por medio de carros rodando en 28 líneas de ferrocarril a lo largo del almacén, en cuyas vigas se alojaban grúas colgantes que permitían almacenar las cajas de azúcar en múltiples niveles. Varios visitantes Europeos de la época no cesaban de comentar que nunca habían visto almacén alguno —en Norte América o Europa— de tanta capacidad con tantos sistemas avanzados de seguridad y trasiego de mercancías.

Como era costumbre en la economía cubana de la época, la empresa Almacenes de Regla, aparte de sus funciones comerciales, fungía también como empresa bancaria —el futuro Banco de Comercio— haciendo préstamos y comprando letras de cambio en un primitivo mercado de valores en la capital cubana. Eduardo Fesser unió los planes de expansión de sus almacenes a la construcción de un ferrocarril que uniera sus almacenes de Regla y Santa Catalina con los de la ciudad de Matanzas, centro entonces de la mayor producción azucarera de Cuba. El ferrocarril Habana-Matanzas correría paralelo a la costa partiendo de Regla hacia el este y aprovechando la necesidad de mover el azúcar producido en los alrededores de Aguacate, Ceiba Mocha, Jovellanos y Coliseo.

Simultáneamente, en 1857, los hermanos Joaquín y Luis Pedroso Echevarría, formulaban planes para crear el Ferrocarril del Oeste, empresa que añadía una dimensión vertical a sus múltiples inversiones en ingenios azucareros. Los planes de los Pedroso consistían en unir las ciudades de la Habana y Pinar del Rio por ferrocarril —187 kilómetros o 110 millas, hasta entonces el ferrocarril de más largo recorrido en Cuba— para transportar no solo azúcar sino tabaco de Vueltabajo, donde ya más de 3,000 vegas se encontraban en producción con un rendimiento de 50,000 cargas de la preciada hoja. Este ferrocarril supliría transportación alterna —vía Artemisa— a la ruta que hasta entonces movía el producto tabacalero hacia el sur de la provincia en carretones, para ser embarcado desde La Coloma hasta Batabanó, e ir entonces por tierra hasta la estación de Villanueva en la Habana vía San Felipe y Rincón.

La presencia de los Pedroso como posibles competidores en el trasiego de azúcar por ferrocarril desde los ingenios de las zonas agrícolas —Pinar del Rio, Sur de la Habana, Matanzas— hasta los grandes almacenes de la capital cubana, dio un alto sentido de urgencia a Eduardo Fesser y sus asociados. De inmediato se dieron a la tarea de flotar un empréstito por tres millones de pesos en el mercado londinense. Sus primeros contactos fueron con la Casa de Rothschild, al frente de la cual estaba el acaudalado Lionel Nathan de Rothschild (1808 –1879); en 1850, Lionel había sido el primer judío electo a la Cámara de los Comunes, pero tras reusar a juramentar ante una Biblia Cristiana y negarse a decir la frase “según la fe de un cristiano,” fue dado de baja de la misma.

Lionel era famoso por haber estado en Bruselas durante la batalla de Waterloo, cuando Napoleón fue derrotado por Wellington. Inicialmente la noticia llegó a Londres como un triunfo de Napoleón y la bolsa londinense se cayó precipitadamente. Gracias a un sistema de rápidas comunicaciones (palomas mensajeras) que Lionel había establecido con su hermano el Barón James de Rothschild en Londres, la Casa de Rothschild compró miles de acciones a precios irrisoriamente bajos y en 48 horas ganó más de 700,000 libras esterlinas en la operación; lo cual les consolidó como los más astutos financieros de Europa.

Un agente de los Fesser, James Robb, fue el encargado de entrevistarse con Lionel Nathan de Rothschild para ofrecerle tres millones de bonos a precio nominal, con un 5.5% de interés anual. Dado el estado de la economía mundial, los Rothschild eran los únicos capaces de conceder tal préstamo y salvar la empresa del grupo encabezado por Eduardo Fesser. El sagaz Lionel de Rothschild le respondió que necesitaba 48 horas para pensarlo, con lo cual dio por terminada la entrevista. 48 horas más tarde James Robb volvió al despacho de Lionel de Rothschild. Sin levantar la cabeza del periódico que leía, Lionel de Rothschild se dirigió a Robb diciéndole:
«He considerado seriamente su petición de $3,000,000. Entiendo que Don Domingo de Aldama está en estos momentos en Londres. ¿Le conoce Usted?»
Robb respondió: «Todo el mundo le conoce en Cuba.»

De nuevo, sin levantar la cabeza de su lectura, Lionel de Rothschild añadió: «Si Domingo de Aldama cree que ésta es una buena inversión, le haremos el préstamo por $3,000,000 a diez años de plazo.»

Al salir de la oficina de los Rothschild James Robb se dirigió al Hotel Claridges, donde estaba alojado Domingo de Aldama. Con el conserje le dejó una nota a Aldama diciendo:

«Tengo que hablar con usted sobre un asunto de suma importancia para mi grupo y para la Isla de Cuba.»

Domingo le respondió casi de inmediato citándole para las 8:00 pm ese mismo día.
A las 8:00 pm el mayordomo de la suite de Aldama recibió a Robb. Domingo oyó con calma la historia que le relató Robb y en perfecto inglés le respondió:
«Mañana al mediodía le daré mi respuesta. Necesito consultarlo con la almohada.»
Al día siguiente, al filo de las 12:00 meridiano, Domingo recibió de nuevo a James Robb.

«Estoy dispuesto a comprar los $3,000,000 de sus bonos. Déjeselos a mi secretario cuando quiera. Él le dará dos cheques pagaderos en nuestras cuentas en París y Frankfort.»

Ni James Robb ni Eduardo Fesser supieron nunca que Lionel Nathan de Rothschild, amigo de Domingo de Aldama, se había comunicado la noche anterior con él para decirle que el préstamo le parecía bien respaldado pero que, tratándose de una transacción en Cuba, reconocía que Domingo debía tener prioridad en llevarla a cabo.
El préstamo de $3,000,000 lo hizo Domingo de Aldama por medio de una compañía que creó en esa ocasión: la Sociedad General del Crédito Territorial Cubano. Unos cuantos años después Domingo de Aldama compraba Almacenes de Regla. Interesantemente el Secretario de la Sociedad General del Crédito Territorial Cubano fue no otro que Rafael de Mendive, futuro mentor y maestro de nuestro José Martí.

El documento adjunto es uno de los pocos ejemplos de la firma de Domingo de Aldama, del cual a propósito no se conserva ningún retrato. El dibujo de los Almacenes de Regla es copia de un gouache hecho por el pintor cubano Eduardo Laplante y Barcou (1818-1860) en 1857. Laplante, bajo los auspicios del millonario cubano Justo Germán Cantero y la artesanía de Louis Marquier publicó en la Habana en ese año Los Ingenios de la Isla de Cuba, considerado el libro más caro y lujoso producido en la Cuba colonial del siglo XIX. Justo Germán Cantero y Anderson, médico y rico hacendado de humilde origen, se casó en 1842 con Doña María del Monserrate Fernández de Lara y Borrell, viuda de Pedro José Iznaga y Pérez Vargas Sotomayor, heredero de la torre y palacio desde entonces llamado Cantero/Iznaga de Trinidad.

sábado, 3 de abril de 2010

Los zapatos de Don Tomás

Por: Miguel Saludes

LA HABANA, abril 2004(www.cubanet.org) - Hace relativamente poco tiempo el monumento dedicado a José Miguel Gómez estaba en un lastimoso estado de conservación. La estatua de quien fuera segundo presidente de la República de Cuba y general de las tres guerras de independencia, había sido retirada y enviada a dormir un largo sueño de telarañas y polvo. Mientras tanto, las columnas y paredes del complejo arquitectónico eran presa de la imaginación de muchachones trasnochados que a punta de grafitos dejaban inscritos sus nombres, ideales y frases llenas de algún sentido para ellos.

Un día ocurrió algo inusitado. Los letreros negros y de otros colores habían desaparecido. El bloque había sido sometido a un tratamiento de recuperación y conservación y sobre su pedestal, "Tiburón" contemplaba de nuevo con mirada de bronce el panorama unidireccional que desde la altura le permite alcanzar su rígida posición. Buscó al compañero que había corrido similar destino al final de la avenida, muy cerca del mar, pero además de la espalda ecuestre de Calixto García, su vista tropezó con dos nuevas figuras. Una le era desconocida y la otra parecía ser la de Bolívar. Alzó lo más que pudo su metálico cuerpo, pero donde debía estar Don Tomás sólo estaban sus zapatos, incorruptibles (éstos son de bronce) como su dueño. Al parecer, el ilustre bayamés seguía postergado al olvido en algún oscuro almacén de La Habana.

Cuando se cumplió el centenario de la República en el 2002, algunas revistas publicaron artículos referidos a ese magno acontecimiento. Llevaron la vanguardia en ello las publicaciones de la Iglesia Católica. Con justicia y razón, la personalidad de Tomás Estrada Palma ha sido tenida en cuenta, y esta vez no para seguir acumulando imágenes denigrantes y negativas sobre el ilustre patricio.

Siempre recuerdo que cuando se hablaba del primer presidente en nuestras clases de historia de Cuba, en el contenido correspondiente a la llamada seudo República lo que más se destacaba de su quehacer histórico era el entreguismo hacia los norteamericanos, las acusaciones de anexionista y su imposición en la magistratura de la nación por conveniencia del gobierno norteamericano, de quien este hombre -era según el decir de los profesores- una marioneta.

Para aclararme que todo aquello no era del todo cierto tuve la cercanía de mi madre y de otras personas que conocieron mejor aquella etapa. Pero siempre queda un resto para las dudas.

Fernando Figueredo, coronel de nuestras guerras de independencia, nos ofrece en su obra "La Revolución de Yara" otras tonalidades de la semblanza de Don Tomás, que se han ocultado durante años o han sido opacadas por brochazos negros. En la Sexta Conferencia recogida en el libro, el autor refiere aspectos biográficos del patriota oriental que resultan interesantes.

Dice Figueredo que el acaudalado bayamés trataba de comprar cuanto esclavo le era propuesto con el fin de educarle y posibilitarle la unión matrimonial con un esclavo del sexo opuesto, para luego darle trabajo y habitación, conviviendo como en familia. La capacidad adquirida por el estudio de leyes, le permitió desempeñar altos cargos en el cuerpo legislativo de la recién constituida República en Armas. Secretario de Donato Mármol, es enviado a la Convención de Guáimaro en representación de la región oriental, figurando desde entonces en la Cámara de Representantes de la misma y asumiendo la presidencia desde 1876 al 1877.

Sobre esta elección temprana para regir el alto cargo expresa Figueredo: "No obstante la bondad de su carácter y lo apacible de su genio, es un hombre de energía y de pensamientos atrevidos y elevados. Se estimaba como el hombre capaz de aunar todos los pensamientos, como el único que podría hacer que desaparecieran las hondas divisiones que empezaban a echar fuertes raíces en el campo de la lucha". Una anécdota recogida por el oficial mambí y que expresa el elevado costo de su entrega desinteresada a la causa cubana, es la relacionada con la captura por fuerzas españolas de su anciana madre de ochenta años, Candelaria Palma, a quien él llamaba cariñosamente Yaya. Esta heroica mujer acompañó a su hijo a la manigua a pesar de su edad, no teniendo apego a las comodidades que dejó atrás. Apresada, se negó a acompañar a los soldados, por lo que el oficial ordenó a un criollo que la metieran en el bosque y la mataran. Aquél prefirió dejarla abandonada solamente. Tras seis días de vagar por la manigua, Yaya decidió sentarse a esperar la muerte en una roca. Allí la encontró un conocido que se la devolvió al desesperado hijo. El encuentro fue breve, pues según narra el autor, la anciana no pudo soportar tanto esfuerzo y murió en los brazos de Tomás.

Jamás en la escuela se nos leyó tan bella página de entrega amorosa a la Patria.

En un artículo aparecido en la revista Espacios, Andrés Rodríguez nos brinda otras vertientes de la verdad histórica y no la monocorde tantas veces repetida. Con ellas se podrán precisar algunos aspectos que nunca fueron recogidos en los manuales escolares. El trabajo titulado "Ya es hora" pide una vez más la valoración mesurada y a fondo de quien fuera nuestro primer presidente. A continuación describe las tres grandes acusaciones que le han cargado a Estrada Palma sus detractores, y reflexiona sobre el contenido de las mismas.

Resumiendo los argumentos del articulista, ni Don Tomás fue impuesto por los yanquis, ya que el propio Máximo Gómez le trajo de los Estados Unidos para proponerle la presidencia, ni fue un dócil instrumento del poderoso vecino. Simplemente se trata de un hombre que tuvo que llevar las riendas de una nación destruida por treinta años de guerra cruenta y surgida bajo los auspicios de repartos imperiales. A pesar de nacer con limitación en sus libertades, Cuba se recuperó rápidamente de sus graves heridas y en poco menos de sesenta años, tiempo ínfimo en la historia de un país, desarrolló potencialidades que muchas otras naciones no habían conseguido en mayor tiempo y mejores condiciones de vida independiente.

Recorro la avenida G, todavía conocida como "Avenida de los Presidentes". El monumento a Estrada Palma sigue exhibiendo un descuido indigno. Hasta la tarja que lleva su nombre ha desaparecido del lugar. Es como si sobre su memoria se hubiera extendido un decreto de rencoroso castigo por haber asumido la primera presidencia de Cuba y por ese hecho se le carguen a su responsabilidad todos los pecados cometidos por los hombres que han dirigido los destinos de la Isla soberana.

Por el momento, sobre el pedestal permanecen los zapatos del patriota. Por ello, la gente que conoce la historia le llama el monumento a los zapatos. Los indiferentes, que son cada vez un número mayor, ni saben qué es lo que hay sobre el túmulo de mármol.

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Tomás Douglas Estrada Palma (nieto del presidente)
delante de la estatua de su abuelo en la Avenida de
los Presidentes en el Vedado, La Habana en marzo
de 1956. (Foto de la colección de la Universidad de
Miami).

viernes, 26 de marzo de 2010

Un día como hoy…

Un día como hoy, en 1849, nació en La Habana Manuel Sanguily Garritt, escritor, Coronel de la Guerra de Independencia, Secretario de Estado, Senador, y Presidente del Senado.

jueves, 25 de marzo de 2010

Un día como hoy…

Un día como hoy, en 1895, José Martí y Máximo Gómez firmaron el Manifiesto de Monte Cristi, base fundamental para la Guerra de Independencia cubana del mismo año.

martes, 23 de marzo de 2010

Al partir- Poema de Gertrudis Gómez de Avellaneda

















¡Perla del mar! ¡Estrella de Occidente!
¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo
la noche cubre con su opaco velo
como cubre el dolor mi triste frente.

¡Voy a partir!...La chusma diligente
para arrancarme del nativo suelo
las velas iza, y pronto a su desvelo
la brisa acude de tu zona ardiente.

¡Adiós, patria feliz, edén querido!
¡Doquier que el hado en su furor me impela,
tu dulce nombre halagará mi oído!

¡Adiós¡... Ya cruje la turgente vela…
El ancla se alza... el buque,
estremecido,
las olas corta y silencioso vuela!

Un día como hoy…

Un día como hoy, en 1814, nació en Camagüey la eminente escritora y poeta cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda y Arteaga. Esta es la portada de la revista Carteles del 23 de marzo de 1952.

También un día como hoy, en 1862, nació el Dr. Ezequiel García Enseñat, Representante a la Cámara, Secretario de Instrucción Pública, Catedrático de Historia y Bibliotecario de la Universidad de La Habana.

jueves, 18 de marzo de 2010

Un día como hoy…

Un día como hoy, en 1861, nació Adela Azcuy Labrador, quien alcanzó el rango de Capitán en la Guerra de Independencia de Cuba.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Un día como hoy...

Un día como hoy, en 1952, el General Fulgencio Batista Zaldívar y militares leales a él llevaron a cabo un golpe de estado contra el Presidente Carlos Prío Socarrás. El Presidente Prío y su familia se asilaron en la Embajada de México. Estas imágenes son de los sucesos de aquel día.

martes, 9 de marzo de 2010

Un día como hoy…

Un día como hoy, en 1952, fueron proclamados el Ingeniero Carlos Hevia y Reyes Gavilán y el Dr. Luís Casero Guillén para la presidencia y la vicepresidencia respectivamente por el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) en las elecciones programadas para ese año.

lunes, 8 de marzo de 2010

Familias Fundadoras de Cuba

Esta noche, en la Casa Bacardí de la Universidad de Miami, se llevó a cabo la conferencia “Familias Fundadoras de Cuba,” presentada por el Padre Juan Luís Sánchez de la Parroquia Saints Peter and Paul. En su presentación, el Padre Sánchez enumeró las principales familias que emigraron a Cuba en los Siglos XVI, XVII, y XVIII y explicó los lazos familiares de estas familias originales con figuras destacadas de la historia de Cuba. A continuación, fotos de la conferencia.

domingo, 28 de febrero de 2010

LEYENDAS DE LA CONSTITUYENTE DE 1940

Salvador Acosta Casares
Por: Daniel I. Pedreira


De los Delegados a la Asamblea Constituyente de 1940, uno se destacó por ser el “benjamín,” o el miembro más joven, de dicha reunión. Ese Delegado fue el Dr. Salvador Acosta Casares.

Salvador Acosta Casares nació en Camagüey el 22 de junio de 1911. Junto con su hermano Ángel, quedó huérfano de padre a muy temprana edad y fue criado por su madre, Ana Luz Casares, y por sus tíos y tías. Estudió el Bachillerato en el Colegio de los RR. PP. Escolapios en Camagüey. Luego estudió derecho en la Universidad de La Habana. Después fue nombrado Juez en Guáimaro, Camagüey.

En 1939, el Dr. Acosta fue electo Delegado a la Asamblea Constituyente por La Habana como miembro del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Con apenas 28 años de edad, el Dr. Acosta era el benjamín de la Asamblea. En 1944, fue electo Representante a la Cámara por Camagüey y fue reelecto en 1948. Después del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, se dedicó a poner una lechería de vacas Holstein en San José de las Lajas. En 1958 se postuló al Senado, pero se fue al retraimiento, acatando la decisión del Dr. Ramón Grau San Martín.

Tras la invasión de Playa Girón en 1961, el Dr. Acosta arriesgó su vida para salvar a media docena de jóvenes infiltrados antes de la invasión en Cuba a salir del país a través de embajadas. Sus acciones evitaron el fusilamiento de los infiltrados, pero el G2 lo interrogó en prisión durante una semana. Ese mismo año se exilio en Miami, donde trabajó manejando tractores en los Everglades. Luego se mudó a Louisiana, donde asistió a refugiados cubanos que llegaban a New Orleans a conseguir trabajo y hogar. En Amite, Louisiana estableció una lechería, la cual tuvo que vender por falta de ayuda y por sufrir un ataque al corazón. Tras regresar a New Orleans, ayudó al Centro Católico de Refugiados (Catholic Refugee Center), vendiendo muebles a los vietnamitas relocalizados en esa ciudad tras ser desplazados por la guerra.

En 1974, el Dr. Acosta se mudo con su familia a St. Croix en las Islas Vírgenes Americanas. El 5 de marzo de 1978, al encontrarse de viaje en Puerto Rico, murió repentinamente a los 66 años de edad. Sus restos fueron enterrados en St. Croix.

Su hija, Josefina Lago, recuerda que el Dr. Acosta fue “una gran persona y padre. Tenía muchos amigos y quería a su patria. Nunca se adaptó al exilio y siempre anhelaba regresar.”

Al conmemorarse 70 años de su participación en la Asamblea Constituyente de 1940 y 32 de su fallecimiento, el ejemplo del Dr. Acosta nos demuestra el valor del aporte de los jóvenes a la sociedad cubana. Los jóvenes de hoy deben estudiar la historia de cubanos como el Dr. Acosta y usarla de modelo para crear los cimientos de la Cuba futura.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Un día como hoy…

Un día como hoy, el 1895, se lleva a cabo el Grito de Baire, dando inicio a la segunda Guerra de Independencia de Cuba. Estas son las portadas de las ediciones de las revistas Bohemia y Carteles publicadas el 24 de febrero de 1952.

domingo, 21 de febrero de 2010

LEYENDAS DE LA CONSTITUYENTE DE 1940

Eduardo Chibás Ribas
Por: Daniel I. Pedreira


Uno de los Delegados a la Asamblea Constituyente se destacó por las controversias que causó a lo largo de su carrera política. Las polémicas del Dr. Eduardo Chibás Ribas definieron la política cubana durante una década, pero tuvo repercusiones en el futuro político del país.

Eduardo Chibás Ribas nació en Santiago de Cuba, Oriente el 26 de agosto de 1907. Su padre, Eduardo Chibás Guerra, de origen guantanamero, era ingeniero y llegaría a ser Secretario de Obras Públicas en el gobierno del Presidente Carlos Manuel de Céspedes Quesada. Su madre, Gloria Ribas Agramonte, era camagüeyana.

En 1915 comenzó sus estudios de primera enseñanza en el Colegio Dolores de Santiago de Cuba. Luego estudió el bachillerato en el Colegio de Belén en La Habana. Durante esta época viajó por Europa y los Estados Unidos. En 1925 se matriculó en el Instituto de La Habana, donde recibió el título de Bachiller. En 1926 ingresó en la facultad de derecho de la Universidad de La Habana. Allí comenzó a participar en el movimiento estudiantil, y pronto ingresó en el Directorio Estudiantil Universitario para luchar contra la prórroga de poderes del Presidente Gerardo Machado Morales. Fue arrestado varias veces por su actividad política hasta que, en 1930, se exilió en Nueva York. Allí continuó su lucha contra el gobierno del Presidente Machado, fundando la Unión Cívica de Exiliados Cubanos (UCEC) junto a otros exiliados cubanos. Regresó a Cuba clandestinamente en diciembre de 1930, y desde entonces se unió al Directorio Estudiantil Universitario para continuar su actividad anti-machadista hasta la caída del gobierno en 1933. Inicialmente apoyó al gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín, pero pronto se desilusionó y se separó de él. Durante la segunda mitad de la década de los años ’30, el Dr. Chibás continuó atacando el poder del ejército en la política cubana.

El Dr. Chibás también publicó artículos sobre la importancia de convocar a una Convención Constituyente. Cuando se llevaron a cabo las elecciones para dicha Asamblea, fue electo Delegado por La Habana. En la Asamblea Constituyente condenó la invasión del ejército de la Unión Soviética a Finlandia, diciendo: “Condeno la guerra imperialista, condeno la guerra de rapiña, condeno la guerra de agresión, y celebro la guerra santa de los pueblos que luchan por su independencia y su libertad.” Al llegar la hora de firmar la Constitución de 1940, el Dr. Chibás fue el único Delegado que no lo hizo, citando que no podía firmar la Constitución mientras que el ejército mataba a civiles en las calles.

En 1940, el Dr. Chibás fue electo Representante a la Cámara por La Habana como miembro del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Comenzó su hora radial los domingos, en la cual hablaba sobre los temas políticos y sociales de mayor relevancia. En 1944 fue electo Senador por La Habana con el triunfo del PRC(A) y su candidato presidencial, el Dr. Grau San Martín. El propio Chibás denominó las elecciones de aquel 1 de junio de 1944 como “la jornada gloriosa.” Aunque comenzó apoyando la gestión del Presidente Grau San Martín y del PRC(A) en el gobierno, acusaciones de corrupción administrativa contra oficiales auténticos crearon divisiones entre él y el PRC(A). Con vistas a las elecciones generales de 1948, un grupo de auténticos desilusionados con los problemas de su propio partido quisieron postular al Dr. Chibás a la presidencia de la República. Sin embargo, la candidatura a la presidencia por el PRC(A) fue al Dr. Carlos Prío Socarrás. Los desafectos del Autenticismo fundaron el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), buscando un espacio político con el lema de “vergüenza contra dinero.”

En las elecciones de 1950, el Dr. Chibás volvió a ser electo Senador por La Habana. Continuaba luchando contra los abusos asociados al PRC(A) mientras que su popularidad crecía a lo largo de la isla. Sin embargo, su estilo directo y controversial creó varias polémicas entre él y dirigentes políticos. Una de estas, contra el Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango, es recordada por su trágico desenlace. El 5 de agosto de 1951, al terminar su discurso en su programa radial en la CMQ, el Dr. Chibás se disparó un tiro tras declarar que daba un “último aldabonazo” a la conciencia cubana. Su muerte el 16 de agosto de 1951 causó gran duelo a lo largo de la isla.

Las polémicas y controversias del Dr. Chibás estremecieron a la clase política cubana. Aunque muchas tenían fundamento, otras estaban basadas en exageraciones de los hechos. Sin embargo, su constante lucha por lo que consideraba correcto y justo para el pueblo cubano aun representa su legado político.

sábado, 20 de febrero de 2010

De las páginas de Bohemia

Portada de la revista Bohemia del 20 de febrero de 1955.


















Para ver los titulares y leer algunos artículos de esta edición, visite http://www.guije.com/public/bohemia/4708/index.htm

lunes, 15 de febrero de 2010

Un día como hoy...

Un día como hoy, en 1898, fue volado el acorazado norteamericano Maine en el Puerto de La Habana, dando inicio a la Guerra Hispanoamericana.









También un día como hoy, en 1864, nació en La Habana el Dr. Francisco Domínguez Roldán, eminente radiólogo que ocupó el cargo de Secretario de Instrucción Pública en el gobierno del Presidente Mario G. Menocal Deop.

sábado, 13 de febrero de 2010

Presentación del libro del Coronel Ramón M. Barquín López

Anoche, en la Casa Bacardí de la Universidad de Miami se presentó el libro Mis Diálogos con Fidel, Raúl, Camilo y el Che, por el Coronel Ramón M. Barquín López. La presentación estuvo a cargo del Dr. Ramón Barquín Cantero, hijo del Coronel Barquín, y del Dr. Carlos Alberto Montaner. En la presentación, el Dr. Barquín habló sobre su padre y la conspiración (Conspiración de los Puros) de la cual participó para derrocar al gobierno de Fulgencio Batista en 1956. A continuación, fotos de la presentación.