miércoles, 13 de enero de 2010
De las páginas del Diario Las Américas
Diario Las Americas
Publicado el 01-13-2010
El tercer hombre
Por Uva de Aragón
Manuel Márquez Sterling acaba de publicar y presentar con gran éxito en el Centro Cultural Cubano de Nueva York “Cuba 1952-1959. The True Story of Castro Rise to Power”. El libro, con un prólogo de Néstor Carbonell Cortina, enfoca las posibilidades de transiciones políticas que se intentaron en Cuba después del golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952, y en especial, la recta y al final solitaria batalla de su padre, Carlos Márquez Sterling, por buscarle una salida a le encrucijada que vivió Cuba en esos años.
Manuel documenta cómo esta lucha política, aunque buscara una solución pacífica, no estuvo libre de violencia, pues los que la defendieron a menudo fueron objeto de amenazas y atentados. Califica con acierto a Carlos Márquez Sterling como el tercer hombre, y arguye que las únicas opciones para Cuba en aquel momento no eran, como tantos han dicho, entre Batista y Fidel Castro. Enfatiza la formación y trayectoria nacionalista, cívica y democrática de Márquez Sterling.
Aunque comienza con datos sobre la Cuba republicana, y cierra con una visión del país bajo la Revolución, lo vital de la narración son los acontecimientos que a menudo pasan por alto otros recuentos históricos, como los esfuerzos de la Sociedad de Amigos del País (SAR) y el acto del Muelle de Luz en 1955, el Diálogo Cívico en 1956, la Comisión Bicameral en el 57, y finalmente la fundación del Partido del Pueblo Libre por Carlos Márquez Sterling y su candidatura a la presidencia en noviembre de 1958, frente al aspirante oficialista Andrés Rivero Agüero.
El autor expone el papel que jugaron para entorpecer el éxito de estas elecciones tanto algunos políticos que prefirieron apoyar la vía revolucionaria como también algunos norteamericanos. Por ejemplo, Herbert Matthews, tuvo una actuación más allá de su labor periodística, pues intentó influir en algunos políticos, como el propio Márquez Sterling a quien visitó para pedirle que apoyara la huelga convocada desde la Sierra Maestra para abril de 1958. El libro destaca la participación del 26 de Julio y Fidel Castro --que veía en la tesis de Márquez Sterling un verdadero peligro para sus ambiciones de poder-- y sus muchos intentos de amedrentar a candidatos y votantes. Cita asimismo las memorias del General Francisco Tabernilla Palmero, recientemente publicadas, que documentan el fraude monumental cometido en los comicios por el gobierno de Batista.
Aunque uno desearía que estas verdades se hubieran abierto paso desde hace años, la espera de Manuel para escribir este libro ha sido beneficiosa, pues la perspectiva del tiempo y su propia labor como historiador le dan una visión serena de hechos que vivió junto a su padre. El autor ha tenido que salvar otro escollo que conozco bien, pues se me hizo evidente al escribir mi tesis doctoral sobre mi abuelo materno, el escritor Alfonso Hernández-Catá. Se trata de buscar el tono adecuado al acercarnos a un personaje histórico que es además un familiar cercano al que nos unen vínculos afectivos.
Manuel optó por revelar la relación personal sólo en las páginas preliminares, y en el resto del libro referirse a Carlos Márquez Sterling de la misma manera que a otras personalidades mencionadas, aunque, naturalmente, destaca su protagonismo. Enfatiza el rumbo tan distinto que hubiera tomado el país si hubieran triunfado los votos sobre las botas y las balas, como recomendaba el lema del Partido del Pueblo Libre.
El momento de la publicación de este libro es también adecuado por otras dos razones. Coincide con obras que han visto la luz en Miami y La Habana sobre los últimos días de Batista, y que sostienen que si las elecciones hubieran sido honestas, hubiera triunfado Márquez Sterling. No es sólo su hijo, pues, quien sostiene que la Revolución no fue inevitable.
El estudio del pasado no es un ejercicio inútil sino un puente hacia el futuro. En momentos en que se acerca la posibilidad de que el pueblo cubano se vea de nuevo en la encrucijada de escoger entre las transiciones violentas y las pacíficas, el análisis de este período crucial en la historia de Cuba ofrece invaluables lecciones. Otra razón de lo afortunado que ha sido el momento de la edición de esta obra.
Manuel Márquez Sterling tuvo razones muy válidas para escribir este libro en inglés, pues, además de hacer esta historia accesible a las nuevas generaciones de cubanoamericanos, incluyendo en especial sus hijas y nieto, son muchos los estudios académicos sobre Cuba en Estados Unidos que se beneficiarán de los datos y la perspectiva que ofrece este volumen. Sin embargo, me parece que sería muy útil una versión en español, especialmente para los lectores de la Isla. Carlos Márquez Sterling amó con pasión la tierra en que nació y en la que se desenvolvió como profesor, intelectual, historiador, abogado y figura pública. Recordado con respeto, principalmente por su brillante labor en la Asamblea Constituyente de 1940, es necesario que la historiografía cubana reconozca asimismo la limpieza de su participación en las elecciones de 1958.
En el presente, sin embargo, hay que batir palmas por la publicación de “Cuba 1952-1959. The True Story of Castro Rise to Power” de Manuel Márquez Sterling, con una bella portada de su hija Carolina y la colaboración de R. Rembert Aranda. Esperamos que el libro se presente en Miami en el futuro próximo. Los interesados en el tema pueden encontrar más datos, fotos y una valiosa cronología en el sitio web http://Cuba1952-1959.com y ordenar el libro, editado por Kleiopatria Digital Press, en www.Amazon.com. Vale la pena.
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