domingo, 21 de febrero de 2010

LEYENDAS DE LA CONSTITUYENTE DE 1940

Eduardo Chibás Ribas
Por: Daniel I. Pedreira


Uno de los Delegados a la Asamblea Constituyente se destacó por las controversias que causó a lo largo de su carrera política. Las polémicas del Dr. Eduardo Chibás Ribas definieron la política cubana durante una década, pero tuvo repercusiones en el futuro político del país.

Eduardo Chibás Ribas nació en Santiago de Cuba, Oriente el 26 de agosto de 1907. Su padre, Eduardo Chibás Guerra, de origen guantanamero, era ingeniero y llegaría a ser Secretario de Obras Públicas en el gobierno del Presidente Carlos Manuel de Céspedes Quesada. Su madre, Gloria Ribas Agramonte, era camagüeyana.

En 1915 comenzó sus estudios de primera enseñanza en el Colegio Dolores de Santiago de Cuba. Luego estudió el bachillerato en el Colegio de Belén en La Habana. Durante esta época viajó por Europa y los Estados Unidos. En 1925 se matriculó en el Instituto de La Habana, donde recibió el título de Bachiller. En 1926 ingresó en la facultad de derecho de la Universidad de La Habana. Allí comenzó a participar en el movimiento estudiantil, y pronto ingresó en el Directorio Estudiantil Universitario para luchar contra la prórroga de poderes del Presidente Gerardo Machado Morales. Fue arrestado varias veces por su actividad política hasta que, en 1930, se exilió en Nueva York. Allí continuó su lucha contra el gobierno del Presidente Machado, fundando la Unión Cívica de Exiliados Cubanos (UCEC) junto a otros exiliados cubanos. Regresó a Cuba clandestinamente en diciembre de 1930, y desde entonces se unió al Directorio Estudiantil Universitario para continuar su actividad anti-machadista hasta la caída del gobierno en 1933. Inicialmente apoyó al gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín, pero pronto se desilusionó y se separó de él. Durante la segunda mitad de la década de los años ’30, el Dr. Chibás continuó atacando el poder del ejército en la política cubana.

El Dr. Chibás también publicó artículos sobre la importancia de convocar a una Convención Constituyente. Cuando se llevaron a cabo las elecciones para dicha Asamblea, fue electo Delegado por La Habana. En la Asamblea Constituyente condenó la invasión del ejército de la Unión Soviética a Finlandia, diciendo: “Condeno la guerra imperialista, condeno la guerra de rapiña, condeno la guerra de agresión, y celebro la guerra santa de los pueblos que luchan por su independencia y su libertad.” Al llegar la hora de firmar la Constitución de 1940, el Dr. Chibás fue el único Delegado que no lo hizo, citando que no podía firmar la Constitución mientras que el ejército mataba a civiles en las calles.

En 1940, el Dr. Chibás fue electo Representante a la Cámara por La Habana como miembro del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Comenzó su hora radial los domingos, en la cual hablaba sobre los temas políticos y sociales de mayor relevancia. En 1944 fue electo Senador por La Habana con el triunfo del PRC(A) y su candidato presidencial, el Dr. Grau San Martín. El propio Chibás denominó las elecciones de aquel 1 de junio de 1944 como “la jornada gloriosa.” Aunque comenzó apoyando la gestión del Presidente Grau San Martín y del PRC(A) en el gobierno, acusaciones de corrupción administrativa contra oficiales auténticos crearon divisiones entre él y el PRC(A). Con vistas a las elecciones generales de 1948, un grupo de auténticos desilusionados con los problemas de su propio partido quisieron postular al Dr. Chibás a la presidencia de la República. Sin embargo, la candidatura a la presidencia por el PRC(A) fue al Dr. Carlos Prío Socarrás. Los desafectos del Autenticismo fundaron el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), buscando un espacio político con el lema de “vergüenza contra dinero.”

En las elecciones de 1950, el Dr. Chibás volvió a ser electo Senador por La Habana. Continuaba luchando contra los abusos asociados al PRC(A) mientras que su popularidad crecía a lo largo de la isla. Sin embargo, su estilo directo y controversial creó varias polémicas entre él y dirigentes políticos. Una de estas, contra el Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango, es recordada por su trágico desenlace. El 5 de agosto de 1951, al terminar su discurso en su programa radial en la CMQ, el Dr. Chibás se disparó un tiro tras declarar que daba un “último aldabonazo” a la conciencia cubana. Su muerte el 16 de agosto de 1951 causó gran duelo a lo largo de la isla.

Las polémicas y controversias del Dr. Chibás estremecieron a la clase política cubana. Aunque muchas tenían fundamento, otras estaban basadas en exageraciones de los hechos. Sin embargo, su constante lucha por lo que consideraba correcto y justo para el pueblo cubano aun representa su legado político.

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