jueves, 29 de marzo de 2012

Braulio Lecusay Vargas: Leyenda viviente

Por: Daniel I. Pedreira

Muchas veces, la historia reconoce los logros de una persona después de su fallecimiento. Los tributos y honores, a veces muy merecidos, los disfrutan familiares, amigos y demas allegados, pero son pocas las veces que los homenajeados viven para disfrutarlo.

En la ciudad de Miami vive un individuo que, a pesar de sus mas de cien años de vida, es caracterizado por su sencillez y su humildad. Sin embargo, el que ha estudiado la historia de Cuba a fondo inmediatamente reconoce la labor de Braulio Lecusay Vargas.

Uno de catorce hermanos, el Sr. Lecusay nació el 20 de febrero de 1911 en Mayarí, Oriente. Su padre, Jose C. Lecusay Vargas, luego sería alcalde de dicho Municipio. El joven Lecusay estudió en el Centro Escolar #1 en Mayarí hasta obtener el quinto grado.
Al cumplir 18 años de edad, se afilió al Partido Conservador Nacional. Su padre era el presidente de dicho partido en Mayarí. Siguió en el Partido a través de los cambios de nombre de este a Conjunto Nacional Demócrata, Partido Demócrata Republicano y Partido Republicano.
Durante 10 años, Lecusay llevó a cabo trabajos de oficina y Pesador de Cañas en el Central Preston de Mayarí, propiedad de la United Fruit and Sugar Company. Desde junio de 1936 hasta noviembre de 1940, trabajó como Oficial Auxiliar de la Secretaría de la Administración Municipal de Mayarí, siendo su padre el Alcalde Municipal. Luego, de 1941 a 1943, trabajó en la compañía Frederick Snare Corporation, en el Departamento de Nóminas, en trabajos en la Base Naval de Guantánamo y en las minas de níquel de Mayarí.

Lecusay se casó con Victoria Tamayo Gálvez. Juntos tuvieron tres hijos: José Humberto, Darío y Nersa.

En las elecciones generales del 4 de noviembre de 1954, Lecusay se postuló a la Alcaldía Municipal de Mayarí por el Partido Progresista, en coalición con el Partido Liberal y el Partido Demócrata. Salió electo y tomó posesión como Alcalde Municipal el 5 de enero de 1955.

En los cuatro años de su gestión como alcalde, desarrolló numerosos proyectos de obras publicas, entre ellos: la reconstrucción del Parque Carlos M. de Céspedes, la construcción de los Parques Infantiles de Mayarí y Cueto, la apertura de la Calle General Emilio Núñez Rodriguez, la ampliación de las calles Antonio Guiteras Holmes y General Guillermo Moncada y la construcción de los Parques y Obeliscos en memoria del Coronel Mateo Sánchez y del General Antonio Maceo Grajales. También se elevó el Presupuesto Municipal de $153.000 a $207.000. Al cesar en su cargo el 31 de diciembre de 1958, el alcalde Lecusay dejó al Municipio libre de deudas y con un superavit de $51.000 en fondos Municipales.

Al llegar el castrismo, el nuevo gobierno revolucionario le exigió que devolviera el sueldo de $13.133.44 que había recibido por sus cuatro años como Alcalde Municipal por el simple hecho de haber ocupado esta posición. Ademas, le confiscaron todo lo que le correspondía en la “Organización de Herederos de la Sucesión de José C. Lecuasy Vargas,” integrada por su madre y hermanos. Lecusay y su familia comenzaron a buscar formas de salir de Cuba. En 1961, su hijo fue detenido, acusado de llevar a cabo actividades contrarias al gobierno, juzgado y condenado a cinco años de cárcel en la Prisión de Boniato. Tuvieron que aguantar los planes de salida. Luego, el 3 de noviembre de 1963, Lecusay fue detenido y trasladado a varias cárceles hasta llegar finalmente a la Prisión de Boniato. Al cabo de siete meses se le celebró un juicio. El abogado de oficio que lo defendió, Mateo Bell Badell, le dijo en la última visita que le hizo: “Lecusay, quiero expresarle que las autoridades que lo estan juzgando, demuestran estar muy contrariadas en su caso, porque han designado en varias oportunidades a agentes para que averiguen sobre su conducta, y los acusen, demostrando que hay un interés grande en condenarlo, resultando, que en su pueblo, donde usted fué Alcalde Municipal, se habla bien de toda su familia, y en especial de usted, como que fué un funcionario muy honesto, que no le hizo daño a nadie.” Lecusay pasó cuatro de sus cinco años de prisión trabajando en Granjas Agricolas.
Al salir de la prisión en 1968, comenzó a gestionar de nuevo su salida de Cuba, lográndola el 20 de julio de 1971. Sus familiares ya se encontraban fuera de Cuba. Salió hacia Madrid, España, donde residió once meses. Desde 1972 ha vivido en Miami. Le fue dificil encontrar empleo al principio, pero, como la mayoria de los exiliados cubanos, logró encontrar trabajo gracias a su determinación y deseo de superarse. Trabajó en una factoría de espejuelos, en una factoría de zapatos y en una fábrica de puertas y ventanas de cristal.

Los logros del Sr. Lecusay en sus 101 años de vida sirven de ejemplo para los cubanos de hoy. Debemos aprender de las lecciones que nos dejan la trayectoria y el ejemplo de esta leyenda viviente.

Daniel I. Pedreira es Licenciado en Estudios Internacionales y Ciencias Políticas de la Universidad de MiamiSu dirección electrónica es: d.pedreira@umiami.edu


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