domingo, 27 de febrero de 2011

¡Cumple 100 años ex Alcalde de Mayarí!

Deseamos felicitar al Sr. Braulio Lecusay al cumplir 100 años de edad. El Sr. Lecusay fue Alcalde del Municipio de Mayarí, en Oriente, desde 1955 hasta 1959. El Sr. Lecusay pasará este día tan especial rodeado de familiares y amigos.

viernes, 25 de febrero de 2011

Un día como hoy…


Un día como hoy, en 1853, falleció en la ciudad de San Agustin, Florida el Padre Félix Varela y Morales, filósofo, maestro, escritor, sacerdote y político cubano. Estas imágenes del monumento al Padre Varela en San Agustín fueron tomadas y enviadas por Erick Hüeck, estudiante de Flagler College en dicha ciudad.





jueves, 24 de febrero de 2011

Un Día Como Hoy: El Grito de Baire


Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 115-116 nos describe los acontecimientos del 24 de febrero de 1895 en la Historia de Cuba:

“Las instrucciones enviadas desde Nueva York por Martí a su delegado en La Habana, ya avezado servidor de Cuba en medio de peligros y persecuciones, Juan Gualberto Gómez, había puesto en movimiento a los comprometidos a llevar la nueva demanda contra España. El entusiasmo, de antes prendido en los pechos honrados, se sentía entonces más inflamado que nunca. La hora de renovar las viejas proezas de la guerra se aproximaba. Más aún: parecía advenir el día de la felicidad misma del pueblo cubano. Las cadenas arrastradas durante cuatro siglos pesaban demasiado, y el solo hecho de decidirse a romperlas era como sacudir un profundo letargo.

“En Cuba existía fuerte raigambre de descontento y enemiga hacia los procedimientos que el régimen colonial se empeñaba en perpetuar con daño para los intereses inmanentes del país. El incumplimiento de promesas hechas en momentos solemnes, el atraso padecido por la mayoría, la corrupción administrativa y del pueblo de la Isla y las trabas con que tropezaban manifestaciones esenciales del progreso colectivo alimentaban los naturales anhelos de independencia. La certidumbre de que sólo por medio de las armas alcanzaría Cuba una situación más libre y próspera crecía sin cesar.

“La salida de Juan Gualberto Gómez de La Habana, los aprestos del grupo dirigido en Manzanillo por Bartolomé Masó y la ausencia de Santiago de Cuba de muchos de los señalados como fáciles a tomar las armas de la rebeldía, con otras novedades de parecida índole, fueron síntomas inequívocos de que la guerra estaba pronta a estallar. La fe patriótica tuvo que experimentar favorables reacciones. Los clanes del Partido Revolucionario Cubano iban a entrar en franco período de ejecución. La obra preparada a costa de sacrificios y amarguras en la emigración, bajo la jefatura del Apóstol, comenzaría a traducirse en el desplome del sistema colonial.

“Varios fueron los grupos de conspiradores que el 24 de febrero de 1895 se lanzaron a los campos de Cuba en son de guerra contra la dominación española. Guantánamo, Bayate, Baire, Ibarra y Jagüey Grande se señalaron como lugares en que se manifestó el espíritu bélico de los separatistas. Estos núcleos de sublevados no corrieron igual suerte. El de Ibarra, capitaneado por Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma, fue deshecho. El de Baire alcanzó especial atención, a pesar de haber estado acompañado de una rara mezcla de propósitos autonomistas y emancipadores. El de Bayate, conducido por Bartolomé Masó, tuvo, la virtud de resistir a todas las tentaciones insinuadas por los defensores de la Colonia. El movimiento del 24 de febrero se salvó del fracaso que por tantos caminos buscaron los adversarios de la independencia. Y la subsistencia del esfuerzo feral aseguró el avance de la lucha concebida y plasmada por José Martí.”

miércoles, 23 de febrero de 2011

El Nueva York de José Martí


Por Guillermo Cabrera Leiva
Publicado en el Diario Las Américas el 22 de febrero del 2011

En un reciente libro, titulado “Nueva York: forja de la patria de José Martí”, escrito por el conocido martiano Carlos Ripoll, se ofrecen datos para demostrar que fue en la gran ciudad de Nueva York donde forjó José Martí la patria cubana. Esta afirmación está basada en datos obtenidos de las múltiples visitas hechas a la oficina que Martí tenía en la gran ciudad, local número 13 del edificio que estaba en 120 Front Street, casi esquina a Wall Street, y a los múltiples testimonios de quienes lo conocieron y trataron en medio de sus trabajos por la independencia de Cuba.

Según expresa Ripoll en este libro, “la faena de crear la patria la realizó Martí, muy en especial, en su oficina. Allí redactó la mayor parte de lo que iba a publicar en su periódico “Patria”, allí escribió cartas para lograr la independencia de Cuba, allí celebró reuniones patrióticas, preparó sus principales discursos revolucionarios y organizó la guerra de 1895. Y allí, a veces, lo sorprendía la noche y se quedaba a dormir, o lo sorprendían la soledad y la tristeza para escribir, en uno de sus versos, /yo tengo en mi oficina / un callado sillón de sicomoro / y cuando pienso en ella / me siento en mi sillón callado, y lloro”.

El libro de Ripoll es una pequeña enciclopedia sobre la vida de Martí en Nueva York. Nos da noticia de sus distintos domicilios, de sus entrevistas con amigos y simpatizantes, de la opinión de quienes lo visitaban, etc.

Las páginas centrales del libro contienen numerosas fotos de los edificios donde vivió Martí, donde se imprimía The Sun, el diario que publicaba artículos de Martí, y cuyo director, Charles Danna, escribió un bello editorial sobre el Apóstol cuando éste murió en Dos Ríos.

Ripoll describe con detalles les gestiones que se hicieron para colocar una placa de bronce en el edificio de 120 Front Street, destacando la presencia de Martí en ese lugar. Sus gestiones no tuvieron éxito, alegando los dueños de ese edificio que habían otros interesados en colocar placas conmemorativas en sus paredes.

Este pequeño libro recoge el testimonio de numerosos personajes que visitaron la oficina neoyorquina de Martí, y dejaron testimonio de su admiración por la tenacidad y la disciplina del Apóstol en realizar las múltiples tareas que llenaban su agenda diaria en aquel escritorio neoyorquino. Aparecen en estas páginas expresiones de admiración de escritores, poetas, pintores, periodistas, revolucionarios y lectores de sus escritos que, al llegar a Nueva York procedentes de sus países respectivos, visitaban aquel rincón de la calle Front Street, para ver de cerca al dinámico forjador de la patria cubana en el exilio.

Fueron ellos, entre otros, Manuel de la Cruz, quien escribió una hermosa impresión de su visita en La Nación de Buenos Aires en noviembre de 1895; el poeta y ensayista guatemalteco Domingo Estrada; el representante de Argentina en la Conferencia Monetaria Internacional, Miguel Tedín; el periodista colombiano Román Vélez; el cubano Juan Antiga; el pintor cubano Federico Edelman; el pintor peruano Patricio Gimeno; la señora Blanche Zacherie, esposa de Luis A. Baralt, amigos íntimos de Martí y el Cónsul uruguayo Enrique Estrázulas, quien le confió el consulado durante su prolongada ausencia en Europa.

Todos estos visitantes de la oficina martiana en Nueva York dejaron bellas paginas en periódicos y revistas hispanoamericanas describiendo la intensa actividad de Martí en Nueva York. Fue en aquel humilde local donde comenzó Martí a preparar el terreno para iniciar el movimiento revolucionario que cristalizó el 24 de febrero de 1895. Fue allí, entre libros y papeles, donde redactó el Apóstol sus primeras cartas encaminadas a vertebrar la guerra libertadora que culminó en la independencia de Cuba.

domingo, 20 de febrero de 2011

Entrada del ejército de EE.UU. a La Habana, 1899



Este video, grabado por la compañía de Thomas Edison en 1899, muestra a las tropas norteamericanas desfilando en La Habana. La grabacion se hizo desde el balcón de la Embajada de los Estados Unidos

sábado, 19 de febrero de 2011

Carta del General (y futuro Presidente) Mario G. Menocal al Presidente Tomás Estrada Palma


Esta carta, escrita en 1903, fue enviada por el General Mario G. Menocal Deop al Presidente Tomás Estrada Palma. Es un documento historic porque en el documento se comunican dos figuras importantes de la Guerra de Independencia y entre dos Presidentes de Cuba.

jueves, 17 de febrero de 2011

El Cayo Hueso de Ayer

Por Guillermo Cabrera Leiva
Publicado en el Diario Las Américas el 14 de febrero del 2011

Acaba de salir al público un libro escrito por Alejandro Pascual, publicado por la Editorial Universal de Miami, que reúne en sus páginas hechos y circunstancias de la época en que la cuestión de la independencia de Cuba era el tema predominante en la población de Cayo Hueso, y otros temas de principios del siglo XX.

El libro lleva por título “Cuba y el Cayo Hueso de Ayer”, y su autor es un ex-alumno del Colegio La Progresiva, de Cárdenas, quien se exilió en los Estados Unidos en 1964, donde amplió su preparación académica y desde donde viajó a Europa e Hispanoamérica, retornando luego a Norteamérica para dedicarse a escribir sobre temas históricos.

El libro es un recreo para el espíritu. Está escrito con sencillez, sin las elegancias ni ornamentos de los grandes autores, pero con un lenguaje claro y penetrante que describe con fidelidad los sucesos y lleva al lector de la mano para mostrarle la realidad de aquella zona que fue teatro de gran actividad por la libertad de Cuba.

El capítulo dedicado a Martí es quizás el más interesante de todos, y presenta con amplios detalles la llegada del Apóstol al Cayo, su primer discurso, las circunstancias de su presencia y la emoción que causaron sus palabras.

Otro tanto puede decirse de las páginas dedicadas a los tabaqueros, al Club San Carlos, a las calles y plazas de Cayo Hueso, a las conmemoraciones patrióticas y a describir a las principales figuras que colaboraron con Martí.

Cayo Hueso del siglo XIX es una cantera de historia para conocer la lucha por la libertad de Cuba.

Pero el libro no se limita a contar facetas de la época colonial española, sino que describe hechos notables ocurridos después de inaugurarse la república en 1902.

Uno de aquellos hechos fue el vuelo de Domingo Rosillo y de Agustín Parla desde Cayo Hueso a Cuba. La descripción de este episodio vale la pena leerlo, por la precisión de los hechos ocurridos y que son de un valor inapreciable, teniendo en cuenta que ese vuelo fue un hito en la historia de la aviación, ya que consistió en el primer vuelo Florida-Cuba.

El tema de los tabaqueros es otro que merece una buena lectura. Cayo Hueso llegó a tener 119 fábricas de tabacos, produciendo unas 300 marcas, destacándose entre esas fábricas la de Hidalgo Gato, con 700 empleados.

Los tabaqueros de Cayo Hueso –nos dice este libro– “contribuyeron a hacer de Cayo Hueso la ciudad más rica de la Florida y la décima del país”. Y lo más importante tal vez: estos tabaqueros “financiaron la Guerra de los Diez Años y la Guerra de Independencia”.

El autor destaca el Club San Carlos como el símbolo de la cultura cubana en Cayo Hueso, y califica la visita de un cubano a su sede como la de un musulmán ir a la Meca, o un católico ir al Vaticano.

Es aconsejable leer un libro tan lleno de recuerdos y tan pródigo en memorias patrióticas como “Cuba y el Cayo Hueso de Ayer”.