domingo, 23 de mayo de 2010

Emeterio Santovenia Echaide

Por Daniel I. Pedreira

El concepto renacentista del polímata, un individuo cuya sabiduría abarca conocimientos en diversas ramas, tuvo numerosos pilares en Cuba a lo largo de su historia pre-castrista. El Dr. Emeterio S. Santovenia Echaide fue uno de los máximos exponentes de este concepto.

El Dr. Santovenia nació el 23 de mayo de 1889 en una finca en Mantua, Pinar del Río. Sus padres, el asturiano Emeterio Santovenia y la cubana Antonia Echaide, venían de origen humilde. Cursó sus estudios primarios en Pinar del Rio mientras que ayudaba a su padre con el cultivo y la elaboración del tabaco. En 1905 obtuvo un certificado de maestro de instrucción primaria y fungió como tal por un año. Se graduó de tenedor de libros en 1907, ejerciendo como tal hasta 1914. Con apenas 17 años de edad comenzó a escribir en el Diario de la Marina. Al correr 1910 y dada a relucir su vocación historiográfica, Santovenia comenzó a dar publicidad a sus ensayos.
En 1916 comenzó sus estudios secundarios en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. A la vez trabajó como cartulario en la notaría del Dr. Adriano Avendaño. Se graduó de bachiller en Letras y Ciencias en 1917. Al año siguiente comenzó la carrera de derecho, graduándose de Doctor en Derecho Civil en enero de 1920. A los cinco meses fue nombrado notario público en San Cristóbal, y en octubre de 1921 pasó a desempeñar el mismo cargo en La Habana. El 27 de diciembre de 1920 se casó con Elisa Cuétara. En 1926 ayudó al Dr. Miguel Mariano Gómez Arias en su fructuosa campaña para la alcaldía de La Habana. En 1927 Santovenia plasmó su firma junto a la de otros cubanos ilustres en un documento en contra de la propuesta de prórroga de poderes del Presidente Gerardo Machado.

En 1934 fue nombrado Secretario de la Presidencia por el Presidente Carlos Mendieta y Montefur. Desempeñó el cargo hasta junio del mismo año, fecha en la cual renunció. En 1938, fundó la revista Isla, que también dirigió, y la Editorial Trópico, destacada por publicar las Obras Completas de José Martí. El mismo año fue electo Presidente de la Asociación Cívica ABC y trabajó en la creación del ABC como partido político. En las elecciones de 1940 salió electo Senador por Pinar del Rio. Su carrera legislativa se destacó por su interés en las cuestiones culturales y económicas. Gracias a su iniciativa parlamentaria se crearon la Biblioteca Nacional José Martí y la Plaza Cívica de La Habana. El 10 de noviembre de 1941 sufrió una desgracia muy personal al fallecer su esposa, víctima de cáncer.

En marzo de 1943, el Presidente Fulgencio Batista Zaldívar nombró al Dr. Santovenia Ministro de Estado. Como Ministro, Santovenia llevó a cabo una serie de cambios importantes en el Servicio Exterior. Se encargó de acabar con los puestos botella de auxiliares y agregados honorarios del Ministerio. Para empaparse más en los asuntos mundiales y la relación de estos a Cuba, ordenó a todos los jefes de las misiones cubanas acreditadas en el extranjero que lo mantuvieran al tanto de todo lo que ocurría en sus respectivos países.

Durante este periodo el gobierno cubano comprendió que era necesario estudiar la situación nacional e internacional que pudiera surgir después del fin de la Guerra. El gobierno estableció una comisión nacional para estudiar los problemas de la posguerra. Se nombró al Primer Ministro, Dr. Ramón Zaydín y Márquez Sterling, para presidirla, con el Ministro Santovenia de Vice Presidente. Sus conclusiones fueron publicadas en dos estudios.

El 6 de diciembre de 1943 se casó con Zoila Montesinos. En un viaje privado de luna de miel, la pareja viajó a Haití. Sin embargo, al enterarse el Presidente Élie Lescot de la estancia de los recién casados en el país, los invitó al Palacio Presidencial y a otros actos oficiales.

A principios de 1944, el Ministro Santovenia renunció a su cargo para volver a postularse para Senador por Pinar del Rio en los comicios de junio de ese año. Salió electo por otro periodo de cuatro años.

Durante sus años como legislador y ministro, Santovenia ocupó altos cargos en las asociaciones culturales más prestigiosas del país. En 1942 fue designado Presidente del Consejo Director Permanente de los Archivos de la República de Cuba y electo Presidente de la Academia de la Historia de Cuba. En 1944 fue nombrado Socio de Mérito de la Sociedad Económica de Amigos del País y la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling le otorgó el título de periodista profesional. El Municipio de Mantua le otorgó el título de Hijo Eminente, y meses después el Consejo de Alcaldes de Pinar del Río lo nombró Hijo Eminente e Historiador de la Provincia de Pinar del Río.

En 1952 fue nombrado Presidente del Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (BANFAIC). A la vez fue Consejero y Vicepresidente del Banco Nacional de Cuba y participó en la dirección del Banco de Desarrollo Económico y Social (BANDES) y del Banco Cubano del Comercio Exterior. Ese mismo año colaboró junto a Ramiro Guerra Sánchez, José M. Pérez Cabrera, y Juan J. Remos Rubio en la Historia de la Nación Cubana, obra de diez tomos que narraba la historia de Cuba desde la época precolombina hasta 1950.

Fue colaborador o redactor de los grandes medios de prensa escrita cubanos, entre ellos el Diario de la Marina, El Comercio, El Triunfo, el Heraldo de Cuba, La Prensa, El Mundo, Alerta, Acción, El Fígaro, Letras, Bohemia, Carteles, Vanidades, Prensa Libre e Información, al igual que de periódicos y revistas de otros paises. Entre los libros históricos de Santovenia destacan las biografías que hizo sobre las vidas de Eloy Alfaro, Domingo Sarmiento y Abraham Lincoln. Por sus tres biografías en español, sobre este último, en 1955, el Representante George A. Dondero de Michigan habló sobre su valor histórico ante el Congreso de los Estados Unidos y destacó el hecho en el Diario de Sesiones (Congressional Record).

Tras la llegada del castrismo a Cuba, el Dr. Santovenia, junto con el Dr. Joaquín Martínez Sáenz, Presidente del Banco Nacional, fueron arrestados y trasladados a la cárcel, primero a La Cabaña y luego al Castillo del Príncipe. Por gestiones de su amigo, el ex-Presidente Carlos Prío Socarrás, Santovenia fue trasladado al Hogar Clínica San Rafael, ya que su salud había comenzado a quebrantarse. Se le celebró un juicio en Columbia y salió absuelto de los cargos que el nuevo régimen había presentado en su contra. Fidel Castro se molestó al enterarse de esta absolución, pero Santovenia ya tramitaba su asilo político en la Embajada de México. Finalmente huyó hacia México y, a los pocos meses, se mudó permanentemente a los Estados Unidos.

Radicado finalmente en la ciudad de Miami, continúa su labor periodística e historiográfica. Escribió artículos para Bohemia Libre y el Diario Las Américas. Trabajó en la Universidad de la Florida en Gainesville y, en 1965, publicó la última de sus 117 obras, Cuba y Su Historia, con la colaboración del Dr. Raúl Shelton. Su salud comenzó a quebrantarse y, el 18 de noviembre de 1968 murió a los 79 años de edad.

Zoila, su viuda, lo recuerda como un hombre muy recto, de modales muy suaves. Recuerda que él siempre estaba escribiendo, y todo lo que hacía era “por amor a su patria.” Rigoberto Montesinos, cuñado al cual Santovenia vio como un hijo, relata que “era muy meticuloso en sus estudios e investigaciones” y que era “honesto, recto, de una bondad tremenda y muy limpio en todo.”

Escritor, historiador, administrador, político, economista, maestro, notario, editor, columnista, periodista. El Dr. Emeterio Santovenia fue un verdadero polímata. Hoy en día, la vida de Santovenia hace resonar aquella frase de Martí: “ser cultos para ser libres.” En momentos en que el cubano se encuentra azotado por la tiranía y la desesperación, la vida y obra de hombres como Santovenia sirve de aliento y esperanza para la libertad y el futuro de Cuba.

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